El "Peiró de l'Assagador de la Creu" recupera el esplendor del medievo

La construcción del vial Peñíscola-Benicarló que actualmente se está ejecutando ha provocado el traslado y la recuperación del Peiró de l’Assagador de la Creu, un monumento y símbolo espiritual popular con gradería originaria del siglo XV que ha pasado desapercibido durante mucho tiempo por todos aquellos que circulaban por el Camí Vell que une a las dos poblaciones vecinas.

La Concejalía de Patrimonio ha invertido cerca de 35.000 euros en este proyecto iniciado en la anterior legislatura por el edil del área Manolo Roca, que contempla además la mejora del entorno. Según las declaraciones de la actual responsable de Patrimonio Amparo Bayarri “la ampliación del trazado del antiguo camino suponía la desaparición de este monumento por lo que se ha reubicado el peiró junto a la carretera y se pretende con esta acción ensalzar el valor histórico y cultural que posee el monumento”.

Reproducción de la cruz policromada original
La preservación de las piedras medievales va más allá del desplazamiento a un espacio inmediato junto a la carretera. El proyecto contempla además la conservación de la gradería y el basamento, respetando siempre la originaria construcción y orientación, y la posterior reposición de su cruz peiró primitiva. El monumento está situado ahora sobre una basa de un metro de altura recubierta con piedra en seco y en breve lucirá un espacio ajardinado en el que se plantarán especies vegetales autóctonas de la zona, alguna de ellas componentes de la singular Tisana del Papa Luna al ser la cruz originaria de la época del pontífice.

La segunda fase de la recuperación del peiró consistirá en la reproducción de la cruz original de la que todavía se conservan tres trozos, que se salvaron del impacto del rayo que la destruyó en 1910 y que obligó a su reposición hasta dos veces al ser demolida de nuevo con la Guerra Civil. La nueva cruz estará además dotada de la policromía que le caracterizó en su época de esplendor durante el medievo.